CADU agoniza, pero aùn respira

Agoniza, pero aún respira. De manera increíble, Defensores Unidos continúa con signos de vida. A pesar que su futuro depende de un hilo, la esperanza sigue encendida. Es que CADU estaba prácticamente afuera del Reducido. Sin embargo, el cabezazo milagroso de Ramiro Montenegro en el cuarto minuto del descuento, le devolvió el alma al cuerpo y le permite continuar en la pelea.
Muchos podrán decir que el equipo no jugó bien y que quizás no mereció ganar el duro y trabado encuentro ante Ituzaingó. Sin embargo, eso poco importó e importa a esta altura del campeonato. Y el ejemplo claro se vio en el festejo alocado que se produjo en Villa Fox, con el tanto de Montenegro. Para aquellos que tienen un poco de memoria, esa situación tuvo una similitud con el gol de Grotthuis que le permitió a CADU salvarse del descenso de la temporada 2008-2009. La diferencia es que ahora, la lucha es por ingresar al Reducido y que el festejado gol se dio en el otro arco.
Pero volviendo a lo ocurrido ayer en Villa Fox, Defensores sacó de la galera tres puntos claves. Principalmente porque los dirigidos por D´Angelo no pudieron mostrar una clara superioridad ante el necesitado Ituzaingó, que tampoco jugó, pero que hizo un gran despliegue debido a su urgencia por sumar para no volver a la “D”. Solamente los primeros 10 minutos del partido fueron con un dominio claro para el “celeste”. Ahí, CADU se mostró muy rápido y profundo para contragolpear y dañar a su rival. Tal es así, que a los 8 minutos, Italiani inició un contraataque, donde asistió a Peralta Cabrera y donde el paraguayo le cedió el balón a Aversa, que enganchó y fue derribado. Amato no dudó y sancionó el penal. Sin embargo, Peralta Cabrera le erró al arco y la mandó afuera.
Tras ese golpe anímico, CADU tuvo otra situación parecida, pero esta vez el generador del contragolpe fue Mustachi, mientras que Italiani fue el ejecutante. No obstante, su remate fue tapado por Lescano. Después de eso, el partido entró un pozo de poco fútbol, muchas faltas y diversas protestas por ambos lados hacia un árbitro que dejó una mala impresión.
Para el complemento, CADU no mostraba juego asociado y llegaba esporádicamente al arco rival. De todas maneras tuvo algunas situaciones claras, como el remate de Pastor que dio en el travesaño. Más allá del ingreso de Martín Giménez, Defensores parecía no tener la inteligencia para romper el molde defensivo de Ituzaingó. Cuando Amato adicionó 3 minutos, todo parecía terminado. Pero tras una jugada cortada el árbitro determinó un minuto más. Y ahí, CADU tuvo su milagro. O mejor dicho, tuvo el cabezazo de Montenegro para seguir respirando, a pesar de que ayer agonizó hasta el final.

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